Gerónimo |
Estos ocasionaron más muertes en los alrededores de Nogales: en los Alisos mataron a un individuo, en Casita a cinco y en Buenavista a cuatro más. En seguida se dirigieron nuevamente hacia el Oeste e intentaron entrar al Distrito de Altar, aunque su prefecto, el Sr. Chavarín, envió a 20 hombres al mando del Capitán Camberos a cortarles el paso.
El día 9 de mayo, Chavarín salió con 50 hombres y se encontró con Camberos en el rancho La Arizona, y las fuerzas del Distrito de Magdalena lograron establecer contacto con Gerónimo en el Cañón de las Avispas, en donde se inició un combate, aunque fueron derrotados por los indios con la pérdida de 2 muertos, 3 heridos y 30 caballos robados. Después se pidió el auxilio de las fuerzas de Altar a La Arizona y el día 12 nuevamente se enfrentaban con los apaches en el mismo Cañón de Las Avispas. El combate inició alrededor de las 11 de la mañana, duró todo el día, y alrededor de las 5 de la tarde los indios empezaron a quemar el pasto como distracción para hacer después un rodeo para atacar por la retaguardia. Dado lo avanzado del día, Chavarín ordenó la retirada a La Arizona y al día siguiente encontró que los apaches, como acostumbraban, no habían esperado y huyeron durante la noche, dejando únicamente 14 monturas de las fuerzas de Magdalena.
El día 18 eran hallados en Planchas de Plata tres caballos ensangrentados y sin jinetes, y poco después también los cuerpos de dos estadounidenses, J. Sullivan y D. Mckarty, así como el de un correo del Sr. Guillermo Barnett, dueño de La Arizona y bisabuelo del autor de este artículo.
Entonces, por órdenes del Gobernador, el Sr. Rivero, Prefecto de Magdalena, fue a Imuris a preparar más refuerzos, mientras que el general estadounidense, Nelson Miles, envió más soldados por tren el día 19, a desembarcar en Agua Zarca e Imuris y el Jefe de la Gendarmería Fiscal, Miguel Ahumada, puso a colaborar bajo las órdenes del Cabo de I Clase, Tranquilino Cuen, a 25 celadores montados y armados.
Sierra al Sur de Santa Cruz. La Sierra del Chivato |
El 11 de junio, robaban ganado del rancho, aunque Barnett, al mando de 30 hombres, salió y recuperó el ganado. En su huida, los indios pasaron por Promontorio en donde mataron a Santos García, y el 19 acamparon en Rodeíto. Allí comprendieron que se encontraban rodeados y decidieron abandonar la región. Se dirigieron al Distrito de Arizpe y en Saracachi fueron vistos por un grupo de soldados mexicanos que les dispararon y mataron a dos indias, mientras que Gerónimo subió a su caballo a la niña que habían secuestrado al Norte de Nogales dos meses antes, Trini Verdini, aunque los soldados lograron rescatarla.
Gerónimo abandonaría después la región y se dirigió más al Este. En su huida mató en la Sierra de Anivácachi a otro bisabuelo de este autor, Jesús Gaxiola, quien llevaba un cargamento de mercancía. Recuerdo a una tía mía que me contaba cómo cada vez que recordaba esa muerte mi bisabuela, Prisciliana Lucero de Gaxiola, lo hacía llorando. Era la huella de los tiempos difíciles sonorenses. A una hermana suya también le habían matado a su marido, no los apaches sino los franceses durante el imperio de Maximiliano, cerca de Bacoachi.
Pero regresando a Gerónimo, éste finalmente se rindió ante las fuerzas estadounidenses el 4 de septiembre en el cañón de los Esqueletos, del lado estadounidense de la frontera, y así concluyó su última correría, ya que fue desterrado afuera de la región y falleció en 1909. En la Arizona, mi bisabuelo bautizaría a uno de sus hijos que nació ese año como Gerónimo. Era un homenaje tal vez inconsciente a aquel guerrero apache que había escogido a nuestra región para realizar su última correría.