Sunday, October 7, 2012

Primera expedicion filibustera de Raousset



En el artículo anterior veíamos cómo la compañía Jecker-Torre formó la “Restauradora de La Arizona” para recuperar los antiguos minerales de Planchas de Plata, lugar situado a unos 25 Km. al suroeste del actual Nogales, que había adquirido. Así, el Conde Gastón Raousset-Boulbon firmaba el 7 de abril de 1852 en la Ciudad de México un contrato con Jecker para organizar una fuerza armada que protegiera a la Restauradora y “defender hasta donde pueda los terrenos, minas y placeres de la compañía contra cualquiera que atacase la propiedad o la concesión.” Mientras, otra compañía, la Barrón-Forbes, organizaba a otra, la “Sociedad Esploradora [sic] de Metales de Sonora,” con casi las mismas características que la Restauradora aunque sin incluir colonos extranjeros, y un agente suyo, Adrian Daste, fue enviado a buscar minerales a Sonora en abril y mayo acompañando a una expedición punitiva al mando del General Miguel Blanco, Comandante Militar de la Frontera. Además, la posesión de La Arizona llegó a los tribunales sonorenses, porque Barrón-Forbes reclamaba derechos previos sobre ella.

Así fue cómo, el 1 de junio, al mando de una fuerza de unos 250 colonos-soldados armados, dos cañones y en formación militar, Raousset desembarcaba en Guaymas en un acto violatorio a la ley de Sonora que prohibía manifestaciones castrenses, por lo que de inmediato recibió una reprimenda del Gobierno del Estado. Raousset, que  tenía experiencia política europea al haber sido candidato en Francia a la Asamblea Legislativa, no pudo dejar de percibir que sus exhibiciones marciales no eran bien recibidas por nadie aquí, aunque prefirió continuarlas.




El 28 de junio, y obedeciendo órdenes del gobierno de Sonora, el grupo dirigido por Raousset y el Coronel María Jiménez, representante mexicano de la compañía, partieron rumbo a Hermosillo, a donde llegaron haciendo nuevamente ostentación de sus armas en contravención de las órdenes recibidas. En Hermosillo, Raousset rehusó dar cuenta de $30,000 pesos que Jiménez le había entregado para abastecer la expedición y  le pidió más dinero, petición que Jiménez rechazó al principio aunque al final lo pagó.

Luego, Raousset rehusó obedecer la orden de Blanco de que Jiménez y Raousset permitieran que la fuerza de franceses fueran a Sáric mientras ellos irían a Arizpe a entrevistarse con él. En vez de ello, decidió acompañar al grupo a Sáric mientras que Jiménez fue a Arizpe a la entrevista  con Blanco. Esta y otras acciones de Raousset que sería largo enumerar aquí, llevaron al General Blanco a ir a Ures, capital entonces de Sonora, a preparar una expedición punitiva contra el francés. Además, el 8 y 9 de septiembre, Jiménez mismo apeló en repetidas ocasiones al Conde, haciéndolo responsable de lo que sucediera si no se sometía, y agregó que el Ministro francés en México, André Le Vasseur, le había dicho que los intereses de la Restauradora y la Exploradora habían sido consolidados, por lo que ya no había disputa entre ellas; esperó una semana y al no recibir respuesta, inició su regreso a México.

En septiembre 24, Blanco le escribió nuevamente a Raousset con una oferta final, pidiéndole que únicamente abandonara su organización y equipo militares. Sin embargo, ya para entonces Raousset había iniciado las hostilidades: cerca de Sáric se apoderó de un cargamento de dinero y abastecimientos destinados a Daste, y a fines de septiembre acampó en las afueras de Magdalena en anticipación de las fiestas anuales a San Francisco para hablar con los notables de Sonora que asistían para convencerlos de unírsele. Además, el 5 de octubre escribió al Gobernador Cubillas, diciéndole que éste sería culpable de las consecuencias de cualquier demostración de fuerza de parte del Gobierno de Sonora en su contra. Allí, en Magdalena permanecieron del 1 al 6, estancia que aprovechó el Conde para tener un affaire amoroso con María Antonia, hija del Prefecto de Altar.

El gobierno de Sonora pensaba que los franceses se dirigirían a atacar la capital, Ures, aunque el objetivo de éstos fue Hermosillo, ciudad que tomaron por las armas en una victoria pírrica, ya que no obtuvieron el apoyo que buscaban y muchos enfermaron. Luego decidieron ir a Guaymas para esperar la llegada de más refuerzos por barco, aunque la salud de Raousset agravó y se vió a las puertas de la muerte. En Guaymas ofreció rendirse, y el 4 de noviembre se firmó el acuerdo de paz. Todos los franceses fueron embarcados para San Francisco, pagando el viaje los sonorenses, ya que la compañía Jecker-Torre los había desconocido.

No existe un testimonio escrito de ello, pero un hecho que corrobora que los franceses estuvieron en La Arizona y Planchas de Plata es que a su regreso a San Francisco algunos llevaban pedazos de plata que habían conseguido durante su estancia en Sonora, mismos que servirían para alimentar la leyenda de La Arizona. Así terminó esa primera etapa de la aventura de Raousset en Sonora. En la siguiente continuaré con la segunda.

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