Sunday, November 18, 2012

Los inicios de la mina de Cananea


Y así llegamos a la historia del mineral de Cananea. Y para comprenderla, es necesario entender la geología que le dio lugar a este tipo de yacimientos de los que tanto Sonora (con Cananea, Nacozari, etcétera) como Arizona (con Ajo, Morenci, Jerome, Sierrita, y otros) son famosos mundialmente. Estos yacimientos se encuentran en la geografía actual de Sonora y Arizona a lo largo de un cinturón que va de Noroeste a Suroeste de ambos Estados, y se formaron después de que un proceso geológico llamado Orogenia Laramide (que inició hace unos 80 millones de años y concluyó hace unos 40) formó una cadena de volcanes en la costa de lo que era entonces Sonora y Arizona. La lava que afloraba entonces empezó a interactuar con las rocas preexistentes, acumulando distintos minerales en la zona de contacto, dependiendo del tipo de roca preexistente. Posteriormente, esos minerales, cobre, plata y otros  fueron “lavados” por el agua del subsuelo, la que los concentró en distintas capas, y así es como se produjeron zonas con alta concentración de minerales y otras con concentraciones mucho menores.

Mina de tajo abierto en Rusia
Ahora bien, durante los inicios de la explotación minera en Sonora y Arizona se extraían los metales como plata y oro por túneles que iban dirigidos a las zonas de alta concentración de minerales. Después, durante los inicios del siglo XX, con el surgimiento del uso de la electricidad la demanda mundial del cobre también despegó y se desarrollaron nuevas tecnologías mineras como la de tajo abierto en la que ya no se acudió tanto a los túneles sino que la capa del suelo que cubre esos yacimientos es removida totalmente para facilitar la extracción de los metales que se encuentran en concentraciones menores. Este es un bosquejo de la historia geológica de Cananea y de la minería asociada; veamos ahora su historia.

Después del misionero Eusebio Francisco Kino, quien como ya vimos fue el primero que mencionó a Cananea, el siguiente que habla del lugar fue el misionero también Jesuita, Ignacio Pfefferkorn, quien describió una visita al lugar a mediados del siglo dieciocho: “cuando uno penetraba en la mina de plata de Cananea, a unas dos o tres brazas de profundidad, se veía con asombro, ayudado por la luz de la lámpara qué grande y qué maravillosa es la naturaleza en ese estrato subterráneo. Imagínese un salón cubierto con tapices entretejidos con plata arriba y abajo, en tal forma que por todos lados estaba vetado con plata pura.” Obviamente, era una mina dirigida a una de las zonas de alta mineralización.

Para marzo de 1762 el Gobernador Interino de las Provincias de Sonora y Sinaloa, José Tienda de Cuervo le escribía al Virrey, diciéndole que parecía que había mucha plata alrededor de Cananea, aunque la gente no tenía dinero para explotar esos yacimientos, y pocos meses después le informaba de “un paraje llamado La Cananea, donde por sus proporciones me parece preciso fundar un Real que sirva de beneficio de metales.” Pero tampoco nada resultó, ya que en el reporte que escribió el misionero Juan Nentvig, decía:  “Al norte de Arizpe está el real de Bacanutzi [Bacanuchi], poco menos, y de éste al norueste, el de la Cananea, despoblado del todo el año del 63.”

La siguiente mención de Cananea ocurre a principios del siglo XIX, cuando  el minero y comerciante chihuahuense, Francisco Manuel de Elguea, quien había comprado en 1804 el llamado “Criadero de Santa Rita del Cobre” en el entonces Chihuahua también adquirió la mina de Cananea. Elguea había conseguido un contrato para abastecer al gobierno de Chihuahua con cobre de Santa Rita para la manufactura de monedas, y algunos sostienen que hizo lo mismo con la producción de Cananea. De cualquier manera, lo aislado del mineral de Cananea y los constantes ataques de los Apaches le impidieron desarrollarla totalmente.

Así pasó el tiempo, y el 9 de junio de 1822 Gabriel Romo, apoderado de "Don José María y Nepomuceno Arballo vecinos del Real de la Cananea,” pagaba 498 pesos, cuatro reales y cinco granos a la Tesorería, para adquirir “siete sitios de tierras realengas para cría de ganado mayor y tres caballerías de pan llevar que comprehenden los parages nombrados Los Nogales, ojo de agua y otros valdíos;” el ojo de agua al que se refería era el actualmente llamado Ojo de Agua de Arvayo en las afueras de Cananea, mientras que  Los Nogales es un lugar diferente a esta población fronteriza.

Arvayo también se asoció con don José Pérez y con su hijo, el Teniente Coronel Ignacio Pérez, y establecieron una hacienda de beneficio en la falda Noreste de la sierra de Cananea, en la que producían lingotes con plomo, cobre, plata y oro, los que eran llevados en burro hasta Guaymas en donde eran embarcados a Gales, en la isla británica, a ser fundidos, aunque ahora el levantamiento Apache que empezó en 1831 y duraría hasta mediados de siglo forzó el abandono de esas nuevas operaciones.

Monday, November 12, 2012

El Cananea de Sonora


Ya vimos en los artículos anteriores que el significado de Cananea no es “carne de caballo,” que existe otro Cananea en Brasil en una región fronteriza entre las posesiones de España y de Portugal, y que la primera y única ocasión en que Eusebio Francisco Kino muestra nuestro Cananea ocurre en el mapa de Sonora que elaboró entre 1696-1697.

A la llegada de Juan Matheo Manje a Sonora, el sabio mexicano Carlos de Sigüenza y Góngora, primo suyo, lo puso en contacto con el mundo intelectual de la Nueva España, facilitándole el acceso a algunas obras clásicas de la historiografía americana. Esto no es suposición mía; en opinión de  Ernest Burrus, biógrafo de Kino “…aún con nuestras fuentes incompletas y defectuosas, es posible descubrir en Manje a un hombre de excepcionales intereses y cultura…”  además que, como prueba de su erudición, Manje menciona innumerables autores en su obra; entre otros podríamos citar La Monarquía Indiana de Torquemada y Los Naufragios de Cabeza de Vaca, el Año Mexicano de Sigüenza y la Memoria de Casanate, las Cartas de Agreda y la Historia General de Herrera, el Mundus Subterraneus de Kircher y el De Re Metallica de Barba, la Historia Natural de Acosta y los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega, la Historia de la Conquista de México y la Crónica del Perú de Calancha, la Filosofía Natural de Venegas y la Política Indiana de Solórzano Pereira; Manje mismo dice que posee “…una relación manoscrita antigua que ube del padre frai Agustín Betancur, coronista de la Relijión de nuestro seráphico Padre san Francisco…” refiriéndose al Teatro Mexicano. Es improbable que Vetaucur le haya dado ese manuscrito a un joven desconocido, si no tuviese éste a alguien de prestigio, Sigüenza, que lo recomendara.

En sus lecturas, Manje debió conocer la condición fronteriza entre las posesiones españolas y portuguesas que tuvo Cananea del Brasil debido al Tratado de Tordesillas. Por ejemplo, en uno de los libros que nos cita, la Historia General de Herrera se menciona: “Hai en la Costa de estas Provincias, desde la Tierra del Brasil hasta el Rio de la Plata, conocidos cinco o seis Puertos razonables: el Puerto de San Vicente… enfrente de Buen Abrigo , Isla por donde pasa la Linea de la Demarcacion [del Tratado]; y seis Leguas al Sur el Rio Ubay; i el Puerto, e Isla de la Cananea…; i adelante el Rio de la Barca…”

Reconstruyendo la cronología de sucesos, tenemos que Manje llegó a Sonora empezando 1694 y de inmediato se dispuso a acompañar a Kino en sus viajes exploratorios que, ¡Ojo! por alguna razón desconocida no se dirigieron hacia el Norte pasando por la futura Cananea, sino hacia el Oeste. En febrero de ese año acompañó a Kino hacia la costa del Golfo de California; un mes después seguían con otra a la costa; en junio iban nuevamente al poniente, a Caborca, y fue entonces cuando empezaron los combates con los indígenas en Mututicachi, Bacoachi, Cuchuta y pueblos aledaños a la futura Cananea, los que culminarían con el asesinato del padre Francisco Xavier Saeta en Caborca, y más represalias españolas y contraataques indígenas que llegaron hasta inmediaciones de la misión inicial de Kino, según nos dice Manje mismo: “Librose (si no del susto) de la conjuración e incendio sólo los pueblos de la misión de Nuestra Señora de los Dolores.” Es decir, estuvo entonces a punto de perderse el Norte del actual  Sonora.

El mapa de 1696-1697
Fueron sucesos que vinieron a detener, a desalentar el impulso de penetración europea hacia el Norte y al Oeste. Bajo esas circunstancias Kino elaboró su mapa de 1696-1697, en el que además de ser el único en que localizó a Cananea, también dibujó al padre Saeta en el momento del martirio, uniéndolos simbólicamente. Es decir, en su mapa Kino convertía así a la región de Cananea en frontera de comunicación entre su misión y las ubicadas más allá, o sea la misma función fronteriza que tuvo Cananea de Brasil, que en su caso era frontera entre las posesiones españolas y las portuguesas.

El paisaje de praderas, aproximándose a Cananea
Esta condición fronteriza para nuestro Cananea también lo es geográfica; por ejemplo, todavía hoy es impactante para el viajero moderno que va de Sur a Norte ir siguiendo el paisaje de los cañones y cañadas del río Sonora y del San Miguel que se encuentran hacia el Sur, y percibir cómo en la región cercana a Cananea el panorama se amplía, se extiende a enormes praderas y bosques interrumpidos únicamente por la sierra de Cananea,  frontera hacia los ríos San Pedro y Santa Cruz hacia el Norte, y la sierra de Los Ajos, hacia el Este, rumbo a Chihuahua.

Además, lo fronterizo también lo fue en lo cultural, ya que en esa región de Cananea convergían las culturas Pima que se encontraba hacia el Poniente, la de los Opata que radicaban más hacia el Sur, y la de los Suma, hacia el oriente.

Esa condición fronteriza de Cananea, en Sonora, y posiblemente como asociación mental con la muerte del Padre Saeta, llevó a que en adelante en sus viajes exploratorios hacia el Norte, Kino y Manje siguieran la ruta del Río San Miguel para saltar después, siguiendo el actual Puerto de San Antonio, al río Santa Cruz y más hacia el Norte, pero siempre evadiendo las aparentemente fáciles praderas de Cananea.

Monday, November 5, 2012

La Cananea de Brasil


En el artículo anterior mencionaba cómo el nombre de Cananea, Sonora, se relaciona con el de Cananea, Brasil. Ahora bien, el nombre de Cananea es muy antiguo en la región brasileña y aparece ya en los primeros planos hechos de América del Sur. Entre otros, mencionaría el de Pedro Reinel II (1503-1504) o el de Nicolo Caveri (1503-1504), o aún el del famosísimo Martin Waldseemüller (1507), quien también le diera el nombre de América a nuestro continente  (en seguida muestro el mapa completo de Waldseenuller, así como un acercamiento a Cananea, que aparece como río).

Mapa de Waldseemüller

Acercamiento al mapa. En la parte inferior aparece rio de Cananea
Sin embargo, debo agregar que no son éstos los únicos casos de personajes notables de la historia mundial que hayan mencionado a la Cananea brasileña, ya que el mismo Leonardo de Vinci, amigo de Américo Vespucio, también fue autor de un mapa que existe en la Colección Windsor, de Inglaterra, en el que el pintor ubica precisamente a Cananea en la costa del que con el tiempo sería Brasil.

Así que no hay duda sobre la Cananea brasileña y de su origen que se remonta al inicio de la penetración exploratoria europea del Brasil.
Una característica digna de mencionar del Cananea brasileño es que allí fue lugar de adquisición de mano de obra “barata,” como lo atestigua la declaración de Casimiro Noremberger, gentilhombre de la expedición de Cabot de 1526-1530: “Preguntado que cosa traen en aquesta nao… dijo que cincuenta esclavos que hobieron en el puerto de San Vicente, ques en los términos de Portugal, que los compraron la gente que viene en esta dicha nao… fiados a pagar acá en España, e otros compraron de otros portugueses e se los pagaron en cosas de rescates que llevaban particulares…” San Vicente es el actual Sao Paulo, ubicado a unos 200 kilómetros de Cananea, Brasil, además de que, ¡Atención!: al ser frontera esa región americana entre las posesiones españolas y portuguesas, como lo prueba el que se adquirieron esclavos de españoles y portugueses, las prohibiciones nacionales contra su compra se diluían.

Por otro lado, tenemos la idea errónea de que los exploradores europeos llegaban sin ninguna información sobre las regiones que exploraban para abandonarlas luego sin dejar huella de su paso; ésto lo prueba el caso de los llamados “degredados,” término aplicado a los desertores o bien que habían sido dejados allí por alguna expedición como castigo o aún hasta a náufragos de alguna expedición, como el  caso notorio en nuestra región de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, quien naufragó en Florida y tardó ocho años en atravesar todo Norteamérica para llegar a Sonora y Sinaloa. Ellos funcionaron como fuente y enlace de conocimiento de las regiones y de las poblaciones indígenas con los exploradores europeos.

Ya el mismo Américo Vespucio se relacionó con los “degredados” cuando en su viaje de descubrimiento de las costas de Brasil en 1501-1502, recogió a dos de ellos que habían sido abandonados en la costa por la expedición de Juan Cabral, del año anterior. Además, en la Memoria del explorador Diego García de Moguer, quien en 1527-1530 hizo un viaje exploratorio al río de la Plata se menciona cómo en diciembre de 1527 éste llegó al Puerto de San Vicente en donde “vive un bachiller e unos yernos suyos mucho tiempo ha…” Esta es una de las menciones existentes de un legendario bachiller posiblemente dejado allí por el mismo Vespucio, figura que forma parte de la tradición histórica de los inicios de Brasil y a quien se le conoce como “el bachiller de la Cananea.” Y a propósito, el término de “bachiller” tenía entonces un significado diferente al actual, que se relaciona con el grado de estudios del  individuo, ya que se aplicaba entonces a alguien que hablaba mucho, por lo que es posible que en el caso del personaje de nuestro artículo se le haya aplicado el castigo de dejarlo, proscrito, en la isla de Cananea debido a su hábito de hablar demasiado.

Además, y en relación con este personaje, en mi artículo anterior también mencionaba la expedición de Alonso de Sousa quien en 1531 descubrió para Portugal la isla de Cananea, cercana a San Vicente (actual Sao Paulo, y situada a unos 200 Kilómetros de ésta). Pues bien, también Sousa conoció a este mismo bachiller, como aparece en el diario expedicionario: “Jueves 17 de agosto. Vino el piloto Pedro Anes en el bergantín y con él vinieron Francisco de Chavez y el bachiller y cinco o seis castellanos. Este bachiller hacía treinta años que estaba proscrito en esta tierra…

En resumen, la isla de Cananea, donde vivía proscrito este bachiller, recibió ese nombre por razones hoy desconocidas desde los inicios de la penetración europea a Sudamérica, aunque es notable que fuera frontera al pasar por allí el límite entre las posesiones americanas de España y de Portugal según lo estableciera el Tratado de Tordesillas, como ya expliqué en mi artículo anterior, y además era región de compra de esclavos. Ahora sólo me queda relacionarlo con el Cananea del actual Estado de Sonora, a lo que dedicaré mi próximo artículo.