Monday, January 23, 2012

La Prehistoria en Arizona


Con éste, le doy inicio a una pequeña serie de artículos de reseña histórica en conmemoración del centenario de la fundación del vecino Estado de Arizona, lo que ocurrió el 14 de febrero de 1914. En esta ocasión recorreremos en un bosquejo extremadamente somero, el espacio no me permite extenderme más, los orígenes de la presencia humana en Arizona, mientras que en las siguientes veremos cómo la historia de esa región se encuentra íntimamente relacionada con la de Sonora. Pero no nos adelantemos…

Punta Clovis
Los primeros seres humanos en Arizona fueron cazadores de grandes mamíferos que dejaron restos de su presencia alrededor de 10,000 años antes de Cristo, principalmente en las márgenes del río San Pedro, al norte de Cananea, en sitios arqueológicos donde quedaron yacimientos de huesos de mamut entremezclados con unas puntas de proyectil de tamaño grande y muy bien logradas, que conocemos como puntas Clovis.

Estos yacimientos nos permiten reconstruir cómo subsistían los indígenas siguiendo a las cada vez más pequeñas manadas de mamuts, para cazarlas en las lagunas que había entonces en las márgenes de ríos como el San Pedro. Y cuando los mamuts se fueron extinguiendo en forma gradual, posiblemente por el cambio climático, la subsistencia basada en la cacería fue siendo reemplazada por la recolección de semillas silvestres y la cacería de animales más pequeños, hasta llegar a una tradición cultural que conocemos como Arcaica del Desierto. Así fue cómo acompañando al nuevo método de subsistir aparecieron los metates planos para moler las semillas silvestres.

Y habiendo transcurrido gran parte del periodo Arcaico, llegó la siembra del maíz al actual Arizona. El maíz había sido domesticado siglos antes en el centro del actual México y es posible que haya sido introducido a Arizona por medio del comercio en fechas hoy desconocidas pero que marcaron un verdadero hito en nuestro devenir, aunque no hayan constituido un rompimiento radical visible con el pasado, ya que los nativos continuaron viviendo igual  a cómo lo habían hecho durante siglos.

Posteriormente, alrededor del año 300 antes de la era Cristiana, y procedente del actual centro de México, otro grupo humano llegó a la región. Nosotros les llamamos Hohokam siguiendo la costumbre de los Pápagos, que así les llaman. Traían consigo las tecnologías de la agricultura y la cerámica y se establecieron en la región desértica, aprovechando los cauces de los ríos Salado, Gila y Santa Cruz; es decir, vivían aproximadamente desde la actual frontera hasta los alrededores de las actuales ciudades de Tucsón y Phoenix, que obviamente entonces no existían.

Construyeron una enorme red de canales de riego con una extensión de varios cientos de kilómetros; canales que llegaron a medir hasta veintitantos metros de ancho por 6 de profundidad y utilizaban para regar sus cultivos de maíz algodón, frijoles y calabazas. Así surgió una forma dual de subsistencia: agricultura mezclada con la recolección y cacería, sedentarismo y trashumancia. Los cultivos se hacían por marzo, y conforme avanzaba el calor veraniego se dedicaban a la recolección de vainas de mezquite y los frutos del saguaro, la cholla, etc.

Restos de esta cultura pueden aún ser vistos a lo largo del Río Santa Cruz, del lado Sonorense y para quien los sepa reconocer, aún hasta cerca del actual San Lázaro. También adquirían concha marina del Golfo de California con la que hacían joyería, grabándola con ácido para hacer dibujos sobre su superficie; además, del centro del actual México importaron el juego de pelota y los cascabeles de cobre.

Más hacia el norte, en la esquina noreste de Arizona se desarrolló otra cultura que conocemos como Indios Pueblo. Se caracterizó por la construcción de enormes edificios de adobe, algunos de los cuales alcanzaban hasta 7 pisos de altura, así como por casas de adobe o de piedra en las cuevas. Chaco Canyon, en Colorado, es su mejor exponente.

Y todavía otra tradición cultural más, ubicada en el extremo Este de Arizona y Oeste de Nuevo México, y extendiéndose a las porciones correspondientes de Sonora y Chihuahua, fue la cultura Mogollón. En particular, destacó su comercio con las plumas de aves como guacamayas, así como joyería elaborada con conchas que comerciaban con la costa del Golfo de California. Su exponente más notable es Paquimé, en Chihuahua.

No se conocen exactamente las causas que llevaron a la desaparición de estas culturas que habían florecido en los actuales Arizona, Sonora, Nuevo México y Chihuahua, pero a partir del siglo XIV todas se fueron derrumbando y la gente regresó a una subsistencia menos organizada y más dependiente de la recolección y la cacería, que fue lo que los europeos encontraron en la región a su llegada. En particular, se cree que los Hohokam fueron los ancestros de los Pápago o Ojódam, como ellos se autodenominan.

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