Sunday, June 2, 2013

Bonanzas y Depresiones en las Maquiladoras de Nogales

Para darle inicio a la industrialización fronteriza en esta población fronteriza, en marzo de 1967 el gobierno del Estado de Sonora expropiaba un predio de 57.06 hectáreas al Sur de la entonces mancha urbana para establecer allí el Parque Industrial de Nogales. Poco después, en abril de 1969, el gobierno municipal le arrendaba a Epitacio Paredes como representante de la compañía Parque Industrial de Nogales (PINSA) , un total de 46.1418 hectáreas para la construcción del primer parque industrial de esta frontera, tarea que le tocó realizar a la compañía estadounidense Arthur C. Little. Mientras se construía el parque industrial, Richard Campbell empezó rentando algunos espacios en el centro de Nogales a algunas compañías estadounidenses con el fin de convertirlos en fábricas, y al inaugurarse el parque industrial de PINSA en 1970, Campbell ideó el plan Shelter (plan de albergue), que después se aplicó a otras fronteras y regiones, aunque en esta región ha operado a través de la compañía Sonitronies-Collectron, cuyas oficinas principales se encuentran en Tucsón, Arizona.

Así fue cómo la meta mexicana de industrializar la frontera estableciendo fábricas de ensamble en las que se aprovecha mano de obra mexicana para darles el acabado final a productos ya sea mecánicos o electrónicos, los que después son regresados a Estados Unidos con valor agregado, fue aprovechada por el plan Shelter, el que actualmente ofrece a las compañías internacionales la posibilidad de operar en México con bajos costos y riesgos, es decir, “manteniendo control de su núcleo y de sus funciones de valor agregado y estratégicas”  a través del uso de “profesionales experimentados que manejan los muchos detalles especializados para realizar negocios en México.”

Entre las ofertas del Plan Shelter se cuenta la “administración de recursos humanos, de salarios y beneficios, de importaciones y exportaciones, los cumplimientos fiscal y de impuestos, condiciones ambiental y de seguridad, de salud ocupacional, la procuración de consumibles, la administración del parque y de infraestructura, de transporte obrero, de servicios de cortesía a los clientes, de asuntos de gobierno y comunidad,”  todo a cambio de una tarifa que se les cobra a esas compañías y que se basa en horas-persona trabajadas.

El triunfo que alcanzó el plan Shelter radicó en su orientación hacia grandes compañías internacionales. Fueron empresas que se convirtieron en las pioneras de la segmentación del proceso productivo en el mundo, o globalización de la producción, como se le llama hoy. Entre ellas se podrían mencionar a Fairchild, Magnavox, Packard Bell o a Motorola. Esta última  fue la primera compañía gigante en ubicarse aquí en 1967, aún antes de la apertura del parque industrial, reubicación que le llevó a lograr grandes ahorros en producción al disminuir los costos derivados de los salarios, que son más bajos que en Estados Unidos. De esta manera se produjo una verdadera explosión en el número de las maquiladoras nogalenses, ya que para 1974 se habían colocado en esta frontera un total de 40 maquiladoras que le daban empleo a 9,646 fronterizos sonorenses.

Sin embargo, la causa de su éxito también la hizo vulnerable a los ciclos económicos mundiales, ya que el número de maquiladoras y la cantidad de obreros fueron desde siempre una expresión de las condiciones económicas de la nación vecina. El primer periodo de depresión en el universo de las maquiladoras, por ejemplo, ocurrió entre 1974 y 1975 cuando una depresión económica estadounidense provocó el despido del 31% de los empleados y que desaparecieran muchas de esas empresas.  A esta depresión le seguiría, entre 1976 y 1979 otro de recuperación económica estadounidense que llevó a que en este último año se alcanzara un total de 12,183 obreros, y que para entonces la maquiladora se hubiera convertido en la principal fuente económica nogalense. Para 1976, de las 36 maquiladoras que operaban en Nogales, un total de 17 se ubicaban en el parque y de éstas la mayoría no se basaban en Arizona.

En años subsecuentes continuaría este proceso de altibajos económicos en la maquiladora, siempre dictados por la situación económica estadounidense. Así ocurrió durante una depresión económica entre 1980 y 1982 que sería cansado particularizar, aunque más recientemente, otra bonanza de la maquiladora alrededor del 2000 llevó a que se alcanzara un volumen de casi 39,000 obreros que trabajaban en alrededor de 90 empresas. Y después, el 2003 nuevamente decayó tanto el número de empresas, a 73, como de obreros, a 25,540. Posteriormente, en 2010 se alcanzaba en Nogales un total de 31 mil empleos, y ya al acercarnos al día de hoy, durante el Foro Económico Binacional realizado aquí, en Nogales, durante este año, el mes de marzo de 2013, Roberto Moreno, Gerente General de Sonitronies, informó que en Nogales se le da actualmente empleo a alrededor de 35,000 obreros. Por otro lado, el éxito que alcanzó el parque industrial de PINSA llevó a la apertura de otros parques industriales más, dispersos en el tiempo y a lo largo de la geografía nogalense, entre los que se encuentran El Cid, la Ciudad Industrial de Nogales, San Carlos o Nuevo Nogales.

En resumen, las maquiladoras proporcionan empleos a mexicanos, aunque también se asocia su funcionamiento con desequilibrios cíclicos económicos. Hay caídas en el empleo y en la cantidad de maquiladoras ocasionadas por las depresiones de la economía estadounidense; o periodos de bonanza económica estadounidense que producen el crecimiento de demanda laboral, aunque al incrementarse la inmigración se ocasionan problemas sobre la infraestructura urbana nogalense, como escasez de vivienda que por ejemplo llevó al plan fallido de establecer dormitorios comunales para los obreros en 1984, además de invasiones que impiden el crecimiento ordenado nogalense, o bien de problemas de drenaje que producen contaminación ambiental, o de periodos de inestabilidad obrera, etcétera.

No comments:

Post a Comment